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Arte

                                                       EL ÓLEO


El óleo es un medio pictórico que ofrece un gran abanico de posibilidades. Es probable que este procedimiento haya permitido que la pintura sea lo que es hoy en día. Los orígenes del óleo se remontan en la historia hasta el inicio del Renacimiento; desde entonces ha sido el el medio más utilizado, y sin lugar a dudas, es el procedimiento rey. Si bien la esencia de este medio no ha cambiado en los últimos seiscientos años, la industria de las bellas artes se ha encargado de proveer al aficionado de una gran variedad de productos y complementos que facilitan y hacen más accesible la pintura al óleo.

                                               ÓLEO. NUEVEAS POSIBILIDADES

Si en algo destaca el óleo frente a los demás procedimientos pictóricos es en la gran luminosidad de sus colores y en las cualidades que hacen de éste un medio único para pintar: por un lado, los colores presentan una gran estabilidad ante el paso del tiempo; por otro, el óleo tiene una textura cremosa que perdura inalterable después de su secado.

                                                        COMPOSICIÓN DEL ÓLEO

La pintura al óleo se compone de pigmento y aceite, por lo cula solo se puede disolver con aquarrás rectificado. Los colores al óleo, a diferencia de otros procedimientos pictóricos, no se secan por evaporación sino por la oxidación del aceite. Entre sus características destaca su secado lento y la posibilidad de superponer capas opacas y transparentes.


                                                           PINCELES  Y ESPÁTULAS

Los pinceles son indispensables ya que reparten el color sobre el cuadro. Las espátulas a diferencia de los pinceles, aplican el color mediante el empaste y el arrastre.



                                                             LA ACUARELA


Los materiales para pintar con acuarela no tienen por qué ser muchos, pero en un medio tan delicado como es éste tienen una importancia fundamental. Es importante conocer el material y sus calidades, accesorios y complementos, de otra manera muchos efectos y técnicas no podrán ser realizados.


                                                 EL PRIMER EQUIPO PARA PINTAR
Para comenzar a pintar con acuarela no es necesario un gran acopio de material; basta un pequeño estuche, un pincel y papel. Estos primeros materiales deben ser escogidos con gran atención. La acuarela, tal como su nombre indica, basa toda su técnica en el agua. El medio de la acuarela está compuesto básicamente por  goma arábiga y pigmentos de colores. Cuando se compra un color a la acuarela, éste puede ser sólido o pastoso. Si el color es sólido, hay que volver a mojarlo para que se ablande y pueda impregnar el pincel; los colores en pasta también hay que mojarlos para pintar con ellos, pero cuestan menos de diluir en agua.

                                           PRESENTACIONES DE LA ACUARELA

La acuarela se puede encontrar en una gran variedad de formatos y calidades. Las más económicas son las llamadas "acuarelas escolares"; si se quiere aprender a pintar de verdad, este tipo de acuarelas hay que descartarlo. Entre las acuarelas recomendables para la persona que empieza, están tanto en pastilla (o godet) como en tubo.


                                                                    EL PAPEL
El papel es fundamental para pintar con acuarela. No sirve cualquier papel para poder pintar con acuarela; éste debe tener unas características especiales. El gramaje del papel atiende al peso de éste y por tanto a su densidad por metro cuadrado; su apresto depende de lo encolado que se encuentre el papel ( la acuarela requiere un grado de absorción que ciertos encolados limitan). El papel más habitual para pintar responde a un gramaje de 250 gramos y de grano medio.



                                                  LOS PINCELES DE ACUARELA

Si en la acuarela es de gran importancia el color y el papel, no lo es menos el pincel. El  acuarelista es uno de los artistas más exigentes en cuanto a la calidad del pincel que utiliza. La acuarela es un medio pictórico que requiere pinceles muy especiales. Las características que el artista debe exigir al pincel son una buena capacidad de absorción y retención del agua, flexibilidad y facilidad de recuperar la forma tras la pincelada, y opcionalidad de punteo o de trazado sin que el mechón se despeine.


Los pinceles de acuarela son muy delicados. Ante todo hay que considerar el pincel como una herramienta de precisión; un pincel bien cuidado no sólo dura muchos años, sino que, con el tiempo, se adapta cada vez más a la mano y al pulso de quien lo utiliza; por otro lado, puede resultar muy fácil estropear un pincel muy caro.
                                                    
                                                            EL USO DEL SECADOR

El trabajo del acuarelista se basa en muchas ocasiones en la superposición de colores. Muchas veces no interesa que el color se mezcle con la capa inferior; para evitar esto, el papel tiene que estar completamente seco. Se puede acelerar el secado con un secador de pelo a una distancia prudencial.


                                      EL BODEGÓN EN LA PINTURA

El bodegón es, quizá, el único tema que que ha sido abordado por la mayoría de pintores en algún momento de su proceso formativo y creativo. Unos pocos elementos dispuestos sobre un pequeño escenario tienen la capacidad de motivar al artista y desencadenar maravillosas realizaciones plásticas.

                                             QUÉ ES UN BODEGÓN

La palabra bodegón es de origen español y hace referencia a la pintura de alimentos y objetos de cocina. En otros países, este tipo de pintura se denomina naturaleza muerta o estática. El campo temático de un bodegón se ha ido ampliando con el tiempo, de manera que hoy entendemos por bodegón aquella pintura de objetos que nos presenta elementos de dimensiones abordables físicamente, situados en un pequeño escenario, que puede incluir la presencia de animales y plantas. Un bodegón es una realidad teatralizada.





                                   LOS PRECEDENTES DEL GÉNERO


Numerosas manifestaciones artísticas anteriores al Barroco denotan un interés por la incorporación de objetos en las pinturas; ello se debe a dos motivos. El primero es la vinculación del valor simbólico de determinados objetos a la narración, normalmente de origen ritual, mágico o religioso. De este modo, los elementos cargan de significado la composición, indicando el oficio o el estatus social de un personaje o las preocupaciones metafísicas del momento.La segunda motivación es el virtuosismo. El interés por hacer creible lo representado encuentra en la pintura de objetos un perfecto caldo de cultivo por la riqueza de texturas, formas y colores que éstos ofrecen.

                                                LOS PRIMEROS BODEGONES

En 1596 Cravaggio pintaba el que se consideraba el primer bodegón de la historia del género.A los pocos años el bodegón se había extendido por Europa. Durante el siglo XVII, España y los países bajos eran los dos focos de mayor producción. En el siglo XVIII el protagonismo pasó a las tierras francesas. Hasta la mitad del siglo XVII el bodegón es bastante austero, de aire intimista , normalmente cuenta con pocos elementos muy bien escogidos, donde el pintor ha intentado, por encima de todo, dejar el máximo de sí  mismo en el cuadro. El precusor en España de este tipo de pintura es Juan Sánchez Cotán y Velázquez

                                    EL BODEGÓN FASTUOSO Y VIRTUOSISTA

Durante el Barroco se pusieron de moda los Salones (lo más parecido a una galería de arte) y con ellos un público burgués aficionado a la pintura. A mediados del siglo XVII, los encargos artísticos ya no procedían exclusibamente de las instituciones políticas o religiosas y la demanda de cuadros por parte del público era considerable. Tener cuadros en casa era sinónimo de bienestar y prestigio social.

                                                    LA MIRADA IMPRESIONISTA
El impresionismo significó una auténtica revolución en su momento y nació como reacción frente al academicismo reinante.Provocados por los avances en la fotografía, los pintores sintieron la necesidad de dirigirse hacia otros derroteros que no fueran  la representación mimética de la realidad. La pintura precisaba conquistar nuevos terrenos. Muchos artistas llevaron a cabo un trabajo algunas veces no aceptado por el grupo "oficial", que se trata de los Nabis, los simbolistas  y algunos artistas de enorme calidad que trabajaron de forma independiente.

                       EL BODEGÓN EN EL SIGLO XX Y EL SURREALISMO

El Impresionismo abrió las puertas a la imbestigación de la pintura sobre la pintura. En muy pocos años, practicamente en el primer tercio de siglo, se desencadenó un fenómeno único hasta entonces: las coexistencia de muchas propuestas vanguardistas: Fauvismo, Expresionismo, Surrealismo, etc. El bodegón pasó a ser un género menor a uno mayor, convirtiéndose en tema habitual de los artistas, porque el tema era, un pretexto para pintar; lo importante no ere qué se narraba, sino cómo se narraba.

Los surrealistas consideraban el arte un cana idóneo para representar las experiencias que se producen a nivel subconsciente. Sus cuadros pretendían crear estados inquietantes en el espectador mediante la deformación, la descontextualización y la ambigüedad. L naturaleza muerta, por su carácter teatral, permitía la creación de nuevas realidades virtuales extraídas del mundo de los sueños.
                                       EL BODEGÓN CONTEMPORÁNEO

El Bodegón contemporáneo se inscribe en la pintura de la segunda mitad del siglo XX y difiere de las décadas anteriores en la incorporación de procedimientos y técnicas no pitóricas. La pintura se considera un medio más entre todos  los que pueden ser usados por el artista plástico, incluyendo la fotografía, la impresión publicitaria, el vídeo y, ya en las dos últimas décadas del siglo X, los recursos electrónicos e informáticos.
tras la abstracción y el informalismo de los años cincuenta, llegó el Pop Art de la mano de Andy Warhol y Tom Wesselman. El Pop Art abría una puerta por la que numerosos artistas se adentraron. Las imágenes del Pop Art se corresponden con lo que ocurre en la calle, por eso las obras parecen salidas de un contexto publicitario.