#José Cruz Herrera

José Cruz Herrera (La Línea en Cádiz, 1 de octubre de 1890 - 11 de agosto de 1972, Casablanca en Marruecos), nació, el 1 de octubre de 1890, en La Línea de la Concepción de Cádiz, cuando acudían a esta ciudad familias de toda España en busca de un puesto de trabajo en la construcción del gran dique de Gibraltar. Desde muy pequeño dio muestras de importantes dotes para la pintura, y comenzó a hacer copias de grandes obras clásicas, siendo Velázquez uno de sus pintores favoritos.

Inició sus estudios en La Línea, y los continuó en Sevilla, pero pronto esta se quedó pequeña para las aspiraciones del joven pintor y sus sueños apuntaron a la capital de España. Para poder trasladarse a Madrid, Cruz Herrera escribe una carta a don Fernando de Villar, director del Fénix Agrícola, al que no conocía, y este, impresionado por su valentía y decisión, le contrata con un sueldo de dos pesetas diarias, además de facilitarle la continuación de sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes. El pintor, en muestra de su infinito agradecimiento, le regala su 3ª Medalla de la Nacional de Bellas Artes, conseguida con el lienzo Capilla del Cristo de la Misericordia. En 1914 obtiene una beca para proseguir sus estudios en París y Roma.

Siempre que volvía a su pueblo, aprovechaba para continuar su tarea pictórica, realzando la belleza de la mujer andaluza. En 1921 expone 40 cuadros en el Salón del Círculo de Bellas Artes de Madrid, asistiendo a la inauguración la Infanta Isabel. La Línea le ofrece un emotivo homenaje por sus triunfos. En este mismo año o prácticamente en 1922 viajó a Sudamérica, visitando Montevideo y Buenos Aires.

Con su obra La ofrenda de la cosecha obtiene la Primera Medalla de la Exposición Nacional en 1926. Cruz Herrera ofrecería este premio, al igual que los anteriores, a su pueblo. El Ayuntamiento le otorga el título de Hijo Ilustre, Preclaro y Predilecto de la Ciudad, creándose un premio anual que lleva su nombre.

Expone en Bélgica, Milán y Roma. Viajó en 1929 a Marruecos, donde permaneció varios años instalado en Casablanca. Al trasladarse a Marruecos se inicia una nueva etapa para el pintor, con una pincelada mucho más suelta, llegando en algunos paisajes marroquíes a ser típicamente impresionista, siendo sus lienzos galardonados en numerosas ocasiones.

Regresó a España al finalizar la Guerra Civil, consagrándose de nuevo a las temáticas regionalistas.

Desde 1942, los programas de los festejos han sido ilustrados con la reproducción de una obra de Cruz Herrera. Cedió 104 cuadros al Ayuntamiento y así en 1969 se creó el Museo Cruz Herrera en su ciudad natal.

En 1963 ofrece un extraordinario lienzo de la Inmaculada Concepción a la Parroquia de igual nombre, donde fue bautizado.